sábado, 6 de junio de 2015

Pedagogía: Parcial Domiciliario

  
Parcial Domiciliario

1 – Análisis de casos: Rosario Vera Peñaloza.
Rosario Vera Peñaloza, "Maestra de la Patria"
Rosario Vera Peñaloza nació el 25 de diciembre de 1873 en el pueblo de Atiles, La Rioja. Dedicó su vida a la enseñanza. Fundó el primer jardín de infantes argentino. El Consejo Nacional de Educación le encargó la formación del Primer Museo Argentino para la Escuela Primaria, hoy Complejo Museológico del Instituto Félix Bernasconi. Luego de una admirable trayectoria, llegó a Inspectora de Enseñanza Secundaria, Normal y Especial. Falleció el 28 de mayo de 1950. Esa es la fecha que se toma, precisamente, para conmemorar, en su honor, el "Día de la Maestra Jardinera" y el "Día de los Jardines de Infantes".
Conocida como “La maestra de la Patria”, Rosario Vera Peñaloza dejó mucho en la educación argentina. De muy pequeña sus padres murieron dejándola huérfana y al cuidado de su tía materna que fue quien le inculcó el amor hacía las letras. Una mujer modesta, humilde, poseedora de gran inteligencia. Estudiosa y trabajadora. Fue inspectora de Escuelas municipales, pedagoga, maestra, directora y fundadora de varias instituciones.
Comenzó su educación en San Juan, y siguió estudiando en La Rioja para 1884. Rosario tenía solo 15 años cuando falleció Domingo Faustino Sarmiento. En 1892 se trasladó a Paraná para estudiar profesorado y en 1894 obtuvo su título Superior de enseñanza. La joven maestra no se dio por vencida al obtener su diploma, si no que siguió sus estudios abriéndose a otras ramas del saber. Continuó su educación aprendiendo de Dibujo, Pintura, Modelado, Grabado, Corte y confección, Tejido en telar, Artes decorativas y Trabajo Manual.
Fue la fundadora del primer jardín de infantes de Argentina, en 1900 que funcionaba como un anexo de la escuela de su ciudad natal en donde ella había dado sus primeros pasos educativos, ya para 1906 la nombraron vicedirectora de esta institución. Luego continuó esta labor, abriendo jardines de infantes por otras provincias Argentinas y se abocó a la educación preescolar.
En 1907 fue vicedirectora de la Escuela Alberdi en Córdoba, donde se desempeñó en su cargo hasta 1912 que pasó a ser Directora de la Escuela Roque Sáenz Peña en Buenos Aires. A medida que pasaba el tiempo, Rosario iba sumando alumnos. En los años que ella ocupó su cargo como directora, la cantidad de asistentes a clase se quintuplicó, llegando a más de mil quinientos.
En 1931 cumplió su sueño de abrir un museo. Este fue fruto de años de lucha y estudios. Ella solía ver a la Geografía como la base de todos los conocimientos. Así fue que para ese año, Rosario Vera Peñaloza fundó el Museo Argentino en el Instituto Félix Bernasconi, donde colaboró con su trabajo de forma gratuita durante 18 años. Creó salas folklóricas y dictó clases cortas para todos aquellos argentinos que se interesaban por aprender la cultura de su tierra. Defendió la cultura nativa, puesto que era muy necesario para ella fortalecer las raíces de un país al que llegaban tantos inmigrantes.
Esta mujer sentó las bases de estudio para miles de maestras jardineras que, al igual que ella, amaban a los niños. Trabajo con textos, los estudio y logró compaginarlos para adaptarlos a la educación argentina. Afirmó que puede enseñarse a los más pequeños desde otra perspectiva, adaptando textos para mayores y mediante actividades recreativas y juegos. Le dio suma importancia a la creación manual. Siempre sostuvo que cuando un niño crea con sus propias manos, lo que hace es expresarse activando la función cerebral.
Al cumplir sus 50 años de carrera docente, se formó una comisión con el objeto de homenajearla. Gente de Argentina, Chile, Uruguay y Perú se adhirió. Firmaron un álbum que llevaba grabado lo siguiente:
"A Rosario Vera Peñaloza, espíritu superior, noble y generoso, mujer abnegada y educadora ejemplar, que se ha dado y se da por entero a la educación, sin reparar en sacrificios y sin esperar recompensa y que tiene ganado, en buena ley, por su vasta cultura, su clara inteligencia, y su gran corazón el título de MAESTRA DE LA PATRIA, devotamente le ofrecen sus amigos de todo el país, colegas, admiradores, ex discípulos, este modesto recuerdo en sus bodas de oro con la escuela argentina. Día del Maestro, 11 de septiembre de 1945".
Falleció a los 77 años, el 28 de mayo de 1950. Fecha que en Argentina es conmemorada como DIA NACIONAL DE LOS JARDINES INFANTES.
Entre algunas de sus obras escritas se destacan:
"El hombre que rehusó el Olimpo"
 "Los hijos del sol"
 "Historia de la Tierra"
 "Un viaje accidentado"
 "Cuentos y Poemas"
 "Pensamientos breves sobre juegos educativos".

            A través de las estrofas de la canción “Rosario Vera, maestra”, intepretada por Mercedes Sosa, te propongo analizar las siguientes cuestiones:

a)
·         Dispositivos
·         Enseñanza/Instrucción
·         Vocación/profesión
·         Normalización
En cuanto a los Dispositivos, la canción nos habla de Dispositivos conocidos por todos, y que identifican a la escuela pública: pizarrón, tizas, blancos delantales, aulas.
La Enseñanza está referida al enfoque magistocéntrico, donde la maestra “siembra semillas de letras” y tiene “las manos sucias de tiza”.
Su Vocación es la que surge de su voluntad y su corazón, ya que “sueña sueños” de que todos los niños estén dentro del aula. Hay voluntarismo y batalla personal en estas estrofas.
La Normalización está dada por los “millones de argentinitos vestidos como de nieve”, todos iguales. No olvidemos que Rosario Vera fue Directora de la Escuela Normal Nº1, pionera en la actividad de las maestras convocadas por Sarmiento para dar “una educación normal” a sus alumnas (la escuela era de señoritas por aquél entonces). Lo sé porque yo estudié allí.
b)  ¿A qué se refiere cuando habla de “ganando mansas batallas”. Fundaméntalo.
En mi opinión, la canción se refiere a la idea imperante, que es la idea de Sarmiento: ganar la batalla contra la ignorancia, contra la barbarie. “Un pueblo que no es culto votará a Rosas” pensaba el gran Maestro, y yo coincido con su forma de pensar. Una maestra como Rosario gana batallas todos los días, en épocas en que había mayor cantidad de inmigrantes que de criollos, y había que dar cohesión a una Nación que se estaba formando. En 1900 más de la mitad de la población era de origen extranjero, y luego, en plena época de trabajo de Rosario Vera, esta cifra aumentó hasta llegar casi al 80% (1912-1914). Por lo tanto, dar clase era una verdadera batalla diaria para enseñar a niños cuyo idioma familiar era absolutamente diferente. Familias que vivían en condiciones muy humildes, cuyos padres se veían obligados a trabajar todo el día (incluso los fines de semana) y donde era muy difícil para estas familias “salir adelante”. Del mismo modo, la tarea de las maestras fue ímproba y no ha tenido el reconocimiento que merece en la formación de nuestra identidad y nuestra nacionalidad.
c) Teniendo en cuenta que Pineau describe a la escuela como “La máquina de educar”, ¿qué piezas de esas máquinas encontrás en estas estrofas?          
Tu oficio, qué lindo oficio,
magia del pueblo en las aulas.
Milagro de alfarería,
Sonrisa de la mañana.

Yo sé los sueños que sueñas,
Rosarito Vera, tu vocación,
pide una ronda de blancos delantales
frente al misterio del pizarrón.

Para Pineau, la educación, o mejor dicho, la Escuela, es una máquina de educar. En estas estrofas hay una idea de “alfarería”, de trabajar con el barro, con lo que hay, con lo que la vida me presenta, trabajar como un trabajo manual, todos los días, como se trabaja en una fábrica. Por eso dice “milagro de alfarería” y “sonrisa de la mañana”, o sea, de todas las mañanas, en lo que el poeta considera “un oficio” que hace “magia” en las mentes de los pueblos, en un trabajo constante, sin descanso, como en las fábricas.

d) Basándote en el análisis anterior y teniendo en cuenta que esta maestra fue fundadora de los primeros Jardines de Infantes, ¿es representante de la escuela tradicional, de la escuela nueva o representa a ambas? Las pistas las encontrarás en su biografía. Fundamenta tu respuesta.

En mi opinión personal, de ambas. Por un lado intenta llevar la educación “a todos” como en la idea tradicional, con dispositivos tradicionales. Lleva la educación hasta los confines de la patria, en la forma “normalizadora” que conocemos. Pero por el otro hay una renovación de métodos, un “tratar de llegar” a la mente del niño, buscando su expresión y su creatividad, adaptando textos, buscando nuevas maneras de enseñar. Podríamos hablar de una enseñanza tradicional pero matizada con nuevos métodos, pero aplicándolos a la escuela argentina, que recién estaba ampliando su llegada a toda la población. 

e) Si tuvieras que fundamental su perfil innovador. ¿Qué estrofa elegirías? ¿Por qué?

Con relación a lo que opiné en el párrafo anterior, sigo pensando que la innovación pasa por la vocación, por la voluntad, pero a la vez, por la creatividad. Creo que elegiría éste:

“Con manos sucias de tiza
siembras semillas de letras
y crecen abecedarios
en tu corazón, maestra”

Y también la estrofa que a mi entender le da sentido a todo lo que hacemos:

“Palotes, sumas y restas,
tus armas son, maestrita,
ganando mansas batallas,
ganándolas día a día”.


2- Si tuvieras que fundamental la escuela por medio de esta imagen con el texto de Gimeno Sacristán, “La Pedagogía por Objetivos”, ¿cómo lo harías? ¿qué partes del texto ves reflejadas? Detállalas y fundaméntalas.

(según la imagen de “La Máquina de la Escuela” de Francesco Tonucci realizada en 1970).

            Según comenta Gimeno Sacristán, la escuela es una institución que tiene un objetivo final: la eficiencia y la rentabilidad, en una sociedad fuertemente tecnificada. Y esta rentabilidad, obviamente, debe ser material. Basada en un enfoque taylorista, la escuela repite las formas fabriles que conocemos: ingresa materia prima, ésta se procesa, se obtiene un producto, este producto se vende, la venta produce ganancias. Los desechos se almacenan en algún lugar en que no molesten, o bien, se arrojan sin reciclar en algún lugar adonde se pueda contaminar sin restricciones.
            De la misma manera, en el dibujo de Tonucci ingresan niños como materias primas, se los toma con “manos de acero”, se imprime en ellos el material didáctico, y salen directamente hacia una carrera de bienestar, cultura, dignidad y poder. Los desechos se arrojan sin culpa, lejos del otro camino, el de “lo que la sociedad espera”. Se prohíbe la entrada a todos los que están ajenos al tema y a la maquinaria, mientras que por la cinta transportadora salen finalmente los productos, todos iguales, maquinados de la misma manera, rumbo al mercado de trabajo.
            Por otro lado, en el dibujo se ve a un profesor controlando que todo salga bien, mientras que otro superior controla la llegada de material didáctico.
            Dice Sacristán citando a Bobbit, que “la educación viene a caracterizarse, pues, como un entrenamiento que facilita la formación de hábitos de forma eficiente para el desarrollo de las actividades humanas que los hombres desempeñan en la sociedad industrial”. Sacristán comenta que “la educación se reduce aquí a un mero entrenamiento en coherencia con la extrapolación del modelo industrial, donde formación es, ante todo, adquisición de destrezas concretas y útiles”.
            En este contexto, en el que la educación se transforma en una fábrica, los resultados son cuantificables y por eso, representan el deseo final de todo el proceso: resultados medibles, concretos y observables, “lo mismo que lo son las destrezas de un trabajador” porque son, antes que nada, “actividades”. No se trata de teorizar, se trata de hacer.
            Según comenta Sacristán citando a Callahan, el resultado ha sido deplorable, ya que se han extrapolado valores y prácticas del ámbito industrial y de los negocios en forma indiscriminada. Y no sólo porque se trata de conseguir “el mejor producto”, sino porque este producto se quiere conseguir “al costo más bajo posible”. Tanner sostiene justamente lo contrario a esta Pedagogía de Objetivos: el modelo industrial no es válido para el ámbito educativo, “porque la educación no se ocupa de producir objetos inanimados, sino de seres en desarrollo que deben ser capaces de comportarse competentemente, pero no ante problemas fijos, sino ante aquellos que van a surgir”. Y la propia educación debe ayudar a manejar.
            Para Sacristán, la eficiencia en sí misma no es un valor, por el contrario, es una posición alienante, meramente tecnocrática. Por el contrario, la concepción de la educación debe ser rica, progresista y liberadora, sin dejar de lado su función creadora a nivel individual y social.
            Si bien, de acuerdo con Jesús Palacios, la educación “es un noble edificio antiguo cuyos cimientos se resquebrajan”, la Pedagogía por Objetivos no es la respuesta a esta crisis, sino es una simple adaptación a un sistema de producción y de mercado, con base taylorista. No puede resolver, de ninguna manera, la crisis de la educación, que es también la crisis de la sociedad capitalista.

Bibliografía utilizada

& Biografía de Rosario Vera Peñaloza, Efemérides del sitio del Ministerio de Educación de la República Argentina.

& Biografía de Rosario Vera Peñaloza, del sitio Biografías.es.

& Muestra sobre la actividad de la Directora Rosario Vera en la Escuela de Educación Nº1 “Presidente Roque Sáenz Peña” en el sitio “Huellas de la Escuela – Legado de la Historia Educativa de la Ciudad de Buenos Aires”.

& Dibujo de Edificios Escolares del sitio “Huellas de la Escuela”.

& J. Gimeno Sacristán, “La Pedagogía por objetivos: Obsesión por la eficiencia”, sexta edición, Capítulo 1, Ediciones Mórata S.A., Primera Edición 1982.

& Jesús Palacios, “La Cuestión Escolar”, Pedagogía 1, Problemática Social y Pedagógica, Módulo 1, año 2012.

Foto de portada: Quinto Cuarta de la E.S. Nº16 - año 2014, con la profesora Adriana Sylvia Narvaja y el profesor de Sociología, Sebastián Valenzuela, y nuestros queridos chicos. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario